Desde que el rock and roll irrumpió en el mundo de la música, el cine siempre estuvo ahí. Primero tímidamente a mediados de los cincuenta (Semilla de maldad), aunque pronto supo sacarle tajada al rebelde Elvis Presley (El barrio contra mí, sin ir más lejos) hasta acabar domesticándolo. En los sesenta, The Beatles y Richard Lester reinventaron lo que debe ser una película musical, desbrozando la senda para otras películas que buscaron ir más allá ( Easy Rider, buscando mi destino, por ejemplo), en sintonía con laexperimentación en todos los sentidos del final de la década.
Pronto los productores descubrieron el filón que eran los biopics (El ocaso de una estrella) y directores excesivos como Ken Russell abrieron la espita de las óperas rock (Quadrophenia). Algunos de los más reputados directoresde los setenta como Robert Alman, George Lucas o Milos Forman rodaron también sus musicales rock (Nashville, American Graffiti, Hair), contribuyendo a que desde los ochenta el género creciera exponencialmentecon filmes que trataban todo tipo de historias y todo tipo de géneros.
En Canarias siempre existió interés por el cine musical. Sin ir más lejos, la Universidad de La Laguna tiene su propio certamen, Docu Rock. El propio festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria siempre prestó atención a este tipo de películas. Womad Canarias también tuvo un ciclo de películas musicales en varias de sus ediciones. Desde el cierre de salas como los Cines Monopol, los aficionados de las islas están huérfanos de estas propuestas cinematográficas y musicales que encuentran en ciudades como Barcelona o Madrid festivales dedicados exclusivamente al tema, como In- Edit.


De ahí que el Festival Encuentros en el Mal, Secuencias de rock, busque ponerle remedio.La pretensión es proyectar durante un día de cada semana del mes de marzode 2022 cuatro películas, para paliar esa carencia y abrir la expectación de cara a una posible siguiente edición.


En alguna de ellas se presentará el libro que aparecerá en noviembre Las 100 mejores películas rock, de Xavier Valiño, impulsor de este nuevo proyecto junto al promotor Juan Salán, de Salán Producciones. En todas ellasse celebrará un debate al finalizar la proyección, con nombres de referencia en el ámbito cultural y periodístico de las islas como Diego Hernández (La Provincia), presente en todas las sesiones, y al que se sumará una o dos personas relacionadas con cada película proyectada.
Algunas de las películas que se escogerán para esta edición -y las futuras- merecen la pena por su banda sonora, otras por su argumento, una parte por su lenguaje cinematográfico.

Ellas se conjugan de forma conmovedora la pasión musical y la pulsión cinematogr sumamosque también permiten viajar a otras latitudes sin moverse de una butaca, suman tres razones inapelables. El ciclo Cinezín, Secuencias de Rock, quiere dar bue de ello.